Aquí os presento 10 mandamientos que escribió Helena Harmon-Smith para dar instrucciones a la clase médica sobre el tratamiento de las personas intersexuales, sobre todo de lxs bebés intersexuales.
Harmon-Smith es la fundadora de un grupo de padres y madres de personas intersexo. En los años 90, nos cuenta Anne Fausto-Sterling en Cuerpos sexuados, Helena Harmon-Smith tuvo un hijo que nació con un ovario y un testículo. El equipo médico del hospital quería convertirlo en niña, pero Harmon-Smith se negó. Sin embargo, en contra de su voluntad, un cirujano extirpó las gónadas de su hijo. A partir de entonces, Helena Harmon-Smith ha sido una potente activista por los derechos de los bebés intersexo, y ha redactado los siguientes mandamientos como guía para la clase médica (Anne FAusto-Sterling, Cuerpos sexuados, pp. 354-355:
1.- NO dirás a la familia que no ponga nombre a «la criatura». Eso sólo sirve para aislarlos y para hacer que comiencen a ver a su bebé como una «anormalidad».
2.- SÍ animarás a la familia a llamar a su bebé por un apodo (dulzura, cariñito o incluso «pulguita») o un nombre neutro.
3.- NO te referirás al paciente como «la criatura». Esto hace que los padres comiencen a ver a su bebé como un objeto y no como una persona.
4. SÍ llamarás al paciente por el nombre o sobrenombre elegido por los progenitores.
5.- NO aislarás al/a la paciente en una unidad de cuidados intensivos. Esto alarma a los progenitores y les hace pensar que algo va muy mal con su bebé. También aisla a la familia al impedir las visitas de hermanos/as, tíos/as y hasta abuelos/as, con lo que su nuevo miembro comienza a recibir un tratamiento diferente.
6.- SÍ permitirás que el/la paciente permanezca en una sala ordinaria. Admitirás pacientes en el ala infantil, quizás en una habitación única. Luego permitirás las visitas, de manera que el vínculo familiar pueda comenzar a afianzarse.
7.- SÍ pondrás a la familia en contacto con un grupo de información o apoyo. Hay muchos disponibles [dependiendo del país en el que nos encontremos].
8.- NO privarás de información o apoyo a la familia. No asumirás que no entenderán o que será inconveniente que sepas de otros desórdenes o problemas relacionados. Dejarás que los progenitores decidan qué información quieren o necesitan. Les animarás a contactar con gente que pueda informarles y compartir experiencias con ellos.
9.- SÍ animarás a la familia a visitar a un consejero o terapeuta. No sólo un consejero genético; necesitarán apoyo emocional además de información genética. Los enviarás a un consejero de familia, terapeuta o asistente social que intervenga en las crisis familiares.
10.- NO tomarás decisiones drásticas antes del primer año. Los progenitores necesitan tiempo para adaptarse a la situación. Necesitarán entender la condición de su bebé y sus necesidades específicas. Les darás tiempo para asimilar las informaciones e ideas nuevas, y para que comprendan que su bebé no es una condición que debe conformarse a un programa establecido, sino un individuo. NO programarás la primera operación para antes de que el/la paciente deje el hospital, porque los progenitores tendrán más miedo de que su vida esté en peligro y de haber tenido un bebé anormal o desfavorecida.
NOTA: he cambiado cosas de la traducción porque el señor Ambrosio García Leal (traductor de Cuerpos sexuados) se ha lucido. He puesto el/la paciente porque “the patient” en inglés no marca el género. He cambiado “padres” por “progenitores”, pues “parents” tampoco marca el género (y progenitores tampoco sea una palabra de mi agrado, pero no encuentro ninguna mejor ahora mismo, admito sugerencias). Y, sobre todo, he cambiado un horrible "criatura" que se había utilizado para traducir la palabra inglesa "child". En el mandamiento 3 se pide que se les deje de llamar criatura, y después se traduce "child" por "criatura"... Lo he cambiado por "bebé".