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3.4.12

Homenaje a Adrienne Rich


La semana pasada, el día 27 de marzo, moría Adrienne Rich a los 82 años en Santa Mónica (California). Adrienne Rich fue una poeta, una activista y una teórica lesbiana. En el año 1980 publicó el que sería el más conocido de sus textos, "Heterosexualidad obligatoria y existencia lesbiana", en el que critica la obligatoriedad de la heterosexualidad en nuestra sociedad y en el que sugiere que la existencia lesbiana puede ser potencialmente liberadora para todas las mujeres. 


Aparte del texto completo, dejo aquí unos fragmentos de "Heterosexualidad obligatoria y existencia lesbiana":

[…]

La existencia lesbiana significa tanto romper el tabú como rechazar un modo de vida obligatorio. Es, además, un atentado directo o indirecto contra el derecho masculino de acceso a las mujeres. Pero aunque puede que empecemos a percibirlo en principio como una forma de decir no al patriarcado, como un acto de resistencia, es más que todo eso. Por supuesto he incluido la asunción de roles, el odio dirigido a una misma, el colapso nervioso, el alcoholismo, el suicidio y la violencia entre mujeres, por lo que sería muy peligroso idealizar lo que significa amar y actuar contra corriente y estar sujetas a fuertes penurias; y lo sería aún más teniendo en cuenta que la existencia lesbiana se ha vivido (a diferencia de la existencia, por ejemplo, judía o católica) sin acceso a conocimiento alguno de tradición, continuidad o fundamento social.

La destrucción de archivos, recuerdos y cartas que documentan las realidades de la existencia lesbiana tiene que ser considerada seriamente como medio para mantener la obligatoriedad de la heterosexualidad en las mujeres, dado que lo que se ha mantenido fuera del alcance de nuestro conocimiento es alegría, sensualidad, coraje y colectividad tanto como culpabilidad, autotraición y dolor.

Históricamente a las lesbianas se les ha negado una existencia propia al incluirlas dentro de la homosexualidad masculina, considerándolas cómo otra versión de lo mismo. Igualar la existencia lesbiana a la homosexualidad masculina porque las dos están estigmatizadas es negar y borrar la realidad femenina una vez más. El separar a aquellas mujeres estigmatizadas como “homosexuales” o “gay” del complejo continuum de la resistencia femenina, resistencia a la esclavitud, e incluirlas en el patrón masculino, es falsificar nuestra historia.

[…]

El trabajo que queda por delante, la tarea de excavar y descubrir lo que yo denomino aquí “existencia lesbiana”, es potencialmente liberadora para todas las mujeres. Es un trabajo que seguramente tiene que ir más allá de los límites de los estudios de mujeres occidentales de raza blanca y de clase media para examinar las vidas, el trabajo y las agrupaciones de mujeres en cada estructura racial, étnica y política. Hay diferencias, además, entre la “existencia lesbiana” y el “continuum lesbiano”, diferencias que podemos distinguir incluso en el desarrollo de nuestras propias vidas. El continuum lesbiano, mantengo, necesita ser delineado en vista de la “doble vida” de las mujeres, no sólo de aquéllas que se autodenominan heterosexuales sino también de las que se autodenominan lesbianas.

[…]

10.12.11

¿Qué significa "feminismo"? (Monique Wittig)

El debate sobre la eliminación de la palabra "feminismo" por la carga de negatividad que conlleva sigue abierto; hay quien considera que "anti-sexismo" es una forma más adecuada de llamar a esta lucha, sin embargo, estoy de acuerdo con Monique Wittig: 

¿Qué significa "feminista"? Feminismo contiene la palabra "fémina" ("mujer"), y significa: alguien que lucha por las mujeres. Para muchas de nosotras, significa alguien que lucha por las mujeres como clase y por la desaparición de esta clase. para muchas otras, esto quiere decir alguien que lucha por la mujer y por su defensa --por el mito, por tanto, y su fortalecimiento. 

Pero, ¿por qué ha sido escogida la palabra "feminista" si es tan ambigua? Elegimos llamarnos "feministas" hace diez años, no para apoyar o fortalecer el mito de la mujer, ni para identificarnos con la definición que el opresor hace de nosotras, sino para afirmar que nuestro movimiento tiene una historia y para subrayar el lazo político con el primer movimiento feminista [la primera ola feminista]. (Monique Wittig, "No se nace mujer", El pensamiento heterosexual y otros ensayos, Madrid, Egales, 2006, p. 37). 

6.12.11

MONIQUE WITTIG

Monique Wittig es una pensadora francesa, afincada después en Estados Unidos, que se inscribe dentro del llamado feminismo radical, corriente que pretende, como su propio nombre indica, hallar la raíz del problema de la opresión de las mujeres.

Wittig escribe desde una posición feminista y marxista, y por otra parte se nutre de Simone de Beauvoir, la primera persona que se ocupó de las cuestiones relativas a la opresión de las mujeres desde una perspectiva filosófica. El más célebre de los ensayos de Wittig, “No se nace mujer” (1981), toma claramente la también más célebre formulación de Beauvoir en El segundo sexo (1949): “No se nace mujer, se llega a serlo”. Wittig lleva a Beauvoir hasta sus consecuencias no formuladas. Beauvoir solamente problematiza el género, proponiendo que no es algo fijo y dado sino un proceso cultural; Wittig extiende este planteamiento al sexo: pone en cuestión, explícitamente, la naturalidad del sexo. Para Wittig si el cuerpo natural es una ficción, también lo es el sexo natural. El sexo siempre fue género. El sexo, como el género, es una norma que hay que cumplir y encarnar; “hombres” y “mujeres” son categorías políticas, no naturales. 

En palabras de la propia Wittig:

Hoy, nociones como raza y sexo son entendidas como un dato inmediato, sensible, un conjunto de características físicas, que pertenecen a un orden natural. Pero, lo que creemos que es una percepción directa y física, no es más que una construcción sofisticada y mítica, una formación imaginaria que reinterpreta rasgos físicos (en sí mismos tan neutrales como cualquier otro, pero marcados por el sistema social) por medio de la red de relaciones con que se los percibe. (WITTIG, “No se nace mujer” en El pensamiento heterosexual y otros ensayos, Egales, Madrid, 2006, p. 34). 

30.11.11

Segunda Ola: Feminismos, en plural

La segunda ola surge en los años 60 y 70 y asienta conceptos importantes que aún hoy se siguen discutiendo. Influyó enormemente el libro El segundo sexo de Simone de Beauvoir. Casi todas las feministas de la segunda ola hablan de cómo recibieron la lectura de El segundo sexo. Este libro cayó como una bomba en el contexto de todos los movimientos sociales que se vivían en esa época en Estados Unidos (movimientos pacifistas y antimilitaristas en contra de la guerra de Vietnam, movimientos estudiantiles, movimientos a favor de los derechos de los homosexuales y de las personas negras, nacimiento de la nueva izquerda y de a contracultura, revisión del marxismo tradicional...); el feminismo nació al calor de todos los demás movimientos. 


Surgieron varios tipos de feminismos. El feminismo liberal (Betty Friedan), consideraba que existía una desigualdad en la esfera pública, y propone que las mujeres salgan de la esfera privada para insertarse en la esfera pública. Será en esa esfera pública en la que las mujeres habrán de realizarse, a través de su actividad laboral, y será ahí también donde podrán ser tratadas y reconocidas como iguales. El feminismo liberal es igualitarista, pero reformista: se inserta dentro del capitalismo neoliberal, pretendiendo reformarlo, pero sin salir de él.

El feminismo radical (Ti-Grace Atkinson, Kate Millet, Shulamith Firestone, Monique Wittig) es tambén igualitarista, pero no reformista: busca la raíz del problema de la opresión. Ya no sólo se habla de desigualdad sino de opresión. El feminismo radical se separó entre aquellas feministas radicales socialistas que creían que el capitalismo era la causa de la opresión, y entre aquellas que creían que la opresión tenía raíces más profundas. 

También surgió un feminismo no igualitarista sino basado en la diferencia irreductible entre hombres y mujeres: el feminismo de la diferencia sexual (Luce Irigaray, Hélène Cixous, Luisa Muraro). El camino para la liberación de la mujer pasa por la creación de una contracultura femenina. Este tipo de feminismo, que ha sido criticado en ocasiones por ser esencialista, se desarrolló sobre todo en Francia y en Italia. 

Una de las cosas que tenemos que tener en cuenta cuando oímos alguna alusión al feminismo, es que no sólo existe una teoría monolítica, sino que existen una multitud de teorías y prácticas diferentes.