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7.5.14

'Cuerpo Impropio . Guía de modelos somatopolíticos y de sus posibles usos desviados'


Seminario impartido por Beatriz Preciado en el marco del proyecto 'Cuerpo Impropio . Guía de modelos somatopolíticos y de sus posibles usos desviados'.
Sesión 2 (Control farmacopornográfico y condición neoliberal: cuertpo para el capital) - Primera parte
Fecha: 3 noviembre 2011

11.2.14

Hipocresía provida. Vidas no lloradas. En TURBA.

Aquí dejo un texto que he fabricado para Turba, Revista de Filosofía Política. Es una tontería que cualquiera podría haber escrito: la constatación de la poca preocupación por ciertas vidas que muestran las personas provida.

La semana pasada, al menos 15 personas migrantes murieron ante las costas de Ceuta. A partir de entonces, ha circulado el mensaje de una pintada en una pared: «En Ceuta, ¿dónde están los “provida”?». Eso es, ¿dónde están los provida cuando se vulneran derechos humanos fundamentales? ¿Qué protegen? ¿Qué vidas lloran? ¿Qué tipo de vidas defienden? ¿Cuáles, en cambio, arrojan a la abyección? ¿Qué vidas -qué muertes- ignoran?
Vivimos oscuros momentos, por muchas razones. Una de ellas es el empecinamiento del ministro de Justicia del Gobierno, Alberto Ruíz-Gallardón, en eliminar el derecho al aborto. Conseguir este derecho había costado ya muchas peleas de movimientos feministas que luchaban por los derechos sexuales y reproductivos en décadas pasadas. Ahora, nos toca a sus hijas volver a salir a las calles. Y nos toca volver a escuchar agrios debates y constantes alusiones a la «defensa de la vida». Las personas que se muestran contrarias al aborto son defensoras acérrimas de la vida. Tanto es así, que extienden esa defensa a las personas concebidas y no nacidas.
Sin embargo, su discurso se olvida rápidamente de la defensa de la vida de las personas migrantes. El Estado, amparado por la Unión Europea, asegura que ha de utilizar TODOS los medios disponibles en la defensa de sus fronteras. Estos medios incluyen el uso de las concertinas en las vallas de Ceuta y Melilla. Son éstas cuchillas que hacen auténticos destrozos en la carne humana, aunque son defendidas por el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, por ser medidas pasivas, que disuaden y que no agreden.
Además, cuando las personas migrantes que tratan de acceder a Europa a través del mar y llegan a tocar tierra, en muchas ocasiones son devueltas ilegalmente al otro lado de la frontera, sin ni siquiera ser atendidas médicamente y, por supuesto, sin pasar por los centros de acogida de refugiados (sobre los cuales tendríamos mucho que escribir si pensamos en cómo se defiende la vida desde las instituciones…).
Esta semana pasada, el gran público ha conocido estas técnicas de control de fronteras del Gobierno a raíz de la noticia de la tragedia en aguas de Ceuta en la que han muerto por lo menos 15 personas. En este caso, la actuación policial concertada desde el Ministro del Interior ha sido aún más terrorífica: las fuerzas de seguridad del Estado intentaban repeler a las personas que estaban en el agua, impidiéndoles el acceso a tierra, con material antidisturbios. Como consecuencia de ello,  15 personas han sido encontradas muertas. Por supuesto, no va a haber una investigación más a fondo para buscar más cuerpos. Habrá personas que se hayan perdido para siempre, y nunca serán encontradas, ni siquiera buscadas. Todas estas vidas, para los provida, no importan. Sí que importan las vidas de cúmulos de células que tienen 6 semanas y que no son deseados.
Las mismas personas que creen, como que se han realizado más asesinatos a manos de las mujeres que abortan que a manos del comunismo y de ETA (https://twitter.com/vox_vascongadas/status/428646627486621696), no sienten vergüenza al defender políticas migratorias asesinas y, a la vez, políticas de colonización y expolio de los países de origen de estas personas.
El Ministerio del Interior, además, no siente vergüenza al mentir. Al principio, defendían que no habían intervenido. Prácticamente sostenían que estas personas se habían muerto solas. Ahora, cambio de versión: sí que intervinieron, sí que echaron a pelotazos de goma a esas personas, pero de manera perfectamente legal porque no es España hasta que no se cruza a la Guardia Civil. La Benemérita, ese muro de la españolidad.
Además, difunden un vídeo manipulado sobre la actuación policial en la tragedia (http://elventano.blogspot.com.es/2014/02/interior-difunde-un-video-manipulado.html). Este vídeo hace recordar otro grabado en agosto de 2013 y difundido por la ONG Prodeia en el que se observa cómo la Guardia Civil remolca a dos inmigrantes agarrados a la borda de la lancha hasta aguas marroquíes y, una vez allí, les abandona a su suerte para que alcancen por sus propios medios la costa de Marruecos. Para el Ministerio del Interior, esto es considerado «salvamento marítimo», cuando en realidad es una deportación ilegal e inhumana. ¿Dónde queda aquí la preocupación por la vida de estas personas?
Tras estas argumentaciones de ultraderecha, como detrás de otras muchas, sólo encontramos hipocresía. Ante este panorama, una labor de reflexión se hace necesaria. Hemos de cuestionarnos qué vidas se defienden, qué mecanismos hacen que unas vidas cuenten y sean lloradas, y que otras sean arrojadas al silencio y la abyección. Hemos de pensar quiénes son considerados como sujetos de pleno derecho. Hemos de cuestionar qué vidas merecen ser vividas y en qué condiciones pretenden las instituciones que sean vividas.
Tras esta labor de reflexión, los mecanismos de producción diferencial de sujetos de derecho quedan expuestos. Tenemos que trabajar para poner en evidencia estas burdas manipulaciones de las personas provida de ultraderecha con la esperanza de que, al hacerlo, contribuyamos de alguna manera al desmantelamiento de este sistema que no piensa, ni actúa, desde la perspectiva de la justicia global y de los derechos humanos.
                                                                                                                                                                                                                                 Mónica Cano Abadía

28.1.14

Clítoris: marca del diablo


Adelanto de lo que estoy gestando para el número 2 de la revista Turba Filosofíapolítica, que será un monográfico sobre órganos y vísceras. Lo mío, para variar, los genitales femeninos y los considerados como ambiguos y abyectos.

"Durante un proceso por brujería en el año 1593, el esbirro a cargo del examen (un hombre casado) descubrió evidentemente por primera vez un clítoris y lo identificó como una marca del diablo, prueba segura de la culpabilidad de la acusada. Era un «pequeño trozo de carne sobresaliente, como si fuera una tetilla, de media pulgada de largo» que el ayudante del verdugo «vio a simple vista pero estaba escondido, puesto que se encontraba en un lugar muy secreto que era indecoroso mirar; sin embargo, finalmente, ya que no estaba dispuesto a callar una cosa tan rara», mostró la cosa a varios espectadores. Los espectadores no habían visto jamás algo así [sic]". 

Barbara Walker, The Woman's Encyclopedia of Myths and Secrets.



6.5.13

Nomy Lamm


Hoy es el Día Internacional Sin dietas, y qué mejor que celebrarlo con las palabras, la imagen y la voz de mi recién descubierta Nomy Lamm. 


Sus palabras, en It's a Big Fat Revolution:



"Cuando pienso en todos los inconvenientes que tengo dentro de esta sociedad, me sorprendo de cómo no me he convertido en un montón de mierda. En dos palabras: Gordajudia-tullidacoñitobollera. Pero cuando tengo en cuenta el hecho de que por otro lado soy una universitaria de clase media, blanca, que puede articular sus ideas, y de que eso me da un monto de jodidos privilegios y la oportunidad de manejarme con mi opresión, que es algo que puede no estar accesible para otra gente oprimida. Y partiendo de que mi personalidad/mi ser no está dividido entre la parte privilegiada y la parte oprimida, tengo que manejarme con los modos en que estas cosas interactúan, se equilibran y algunas veces se ensombrecen unas a otras. Por ejemplo, nací con una pierna. Creo que es algo importante, pero nunca ha marcado tanto la imagen de mi cuerpo como lo ha hecho ser gorda. Y, ¿qué significa ser una mujer blanca en contraposición a una mujer de color?. ¿Una chica gorda de clase media en oposición a una chica pobre gorda?. ¿Qué significa ser gorda, discapacitada y bisexual? (¿O gorda, discapacitada y sexual en todos los sentidos?)."


Su voz, en la canción "Wall of Fire". Este video es del proyecto Sins Invalid, en el que participan artistas de comunidades que han sido históricamente marginadas. 



Imágenes de Nomy que dicen más que cualquier artículo y que cualquier canción. 



4.5.13

Activismo Gordx


Ayer estuve en una charla que organizaba el Febrero Feminista en el CSO Kike Mur. En la charla hablaba una activista de la plataforma Masa Crónica, y me pareció una maravilla. Dejan su intención política bastante clara en estas frases:



Masa Crónica se constituye como arma política de destrucción de las normas corporales, yendo directamente a poner en peligro las bases de los patrones del cuerpo, entendiendo éste como lugar de resistencia. Tras la necesidad de reapropiarnos del espacio, y reconociendo la vergüenza como lenguaje, queremos dar visibilidad a la abyección y su innegable poder. Es una plataforma desde donde pensar el cuerpo, las corporalidades y la (de)construcción del deseo, que desde ahí abra una posibilidad de infinitas formas y soportes.


Y también clarísimo lo dejan Constanzx Alvarez y Samuel Hidalgo en el Manifiesto Gordx en un maravilloso vídeo que soy incapaz de encontrar por la red. El texto aquí lo tienen: Manifiesto Gordx.



Masa Crónica nos hablaron de la necesidad de resignificar positivamente cuerpos abyectos, de salir de los binarismo corporales que crean una normalidad impuesta, de sacar a la luz deseos cuerpos abyectos y deseos ilegítimos, de crear alianzas entre lxs montruxs. Y todo ello para darnos cuentas de que nuestros problemas corporales, nuestros complejos, nuestras miradas hacia los cuerpos, la percepción de nuestros deseos... todo esto no son asuntos personales sino políticos (sí, aún seguimos sin aprender la lección feminista de los años 70). Todas somos abyectas.


La respuesta, pues, es política. El trabajo sobre nuestros cuerpos es político. Se hace necesario problematizar las normas y darle cabida a corporalidades diferentes. Identificar nuestros problemas para visibilizar y deconstruir, no para esencializar y crear nuevos corsetes corporales e identitarios. 

También nos descubrieron a la maravillosa Nomy Lamm, pero esto se merece un post todo enterito para ella. 


<3







26.12.12

Historia trans: Einar Wegener / Lili Elbe


     Magnus Hirschfeld, sexólogo alemán, judío y homosexual, fue activista por los derechos de los homosexuales y, además, uno de los primeros médicos en realizar operaciones de reasignación de sexo a personas transexuales, sobre todo MtF[1]. Hirschfeld señala que la primera operación de reasignación sexual se realizó en Berlín en 1912, aunque fue incompleta[2]. Más tarde, Hirschfeld realizó alguna de las operaciones de cambio de sexo a Einar Wegener/Lili Elbe. Einar Wegener nació en Dinamarca en 1882 y fue asignado al sexo masculino tras su nacimiento. Vivió la mayor parte de su vida como hombre, siendo un pintor reconocido, casado con la también pintora Gerda Wegener. La historia de Einar/Lili es uno de los primeros casos documentados de cirugía de reasignación sexual. Einar comenzó a travestirse para posar para Gerda, que necesitaba modelos femeninas. Poco a poco, fue pasando más y más tiempo como mujer y se presentaba socialmente como la hermana de Einar.
         Dos veces fue diagnosticado como homosexual. Después, fue diagnosticado como intersexual: tenía rudimentarios órganos sexuales femeninos y altas cantidades de estrógenos en sangre. Viajó a Alemania para someterse a cirugías de reasignación de sexo. Tras cuatro cirugías, ya viviendo como Lili Elbe, el rey de Dinamarca invalidó su matrimonio con Gerda. Lili planeó volver a casarse tras la quinta cirugía, una vaginoplastia, pero no pudo celebrar su boda: murió por problemas cardiacos, seguramente derivados de las operaciones anteriores.
         La historia de Einar/Lili se recoge en Man Into Woman, el primer documento parcialmente autobiográfico de una persona MtF, que se basa en cartas de Einar/Lili y partes de su diario. Esta biografía, editada en 1933, fue uno de los primeros escritos que sostenían que había hombres que creían ser mujeres pero que no eran homosexuales. De hecho, muestra el deseo sexual de Einar como diferente del de Lili: cuando era Einar, estaba felizmente casado con Gerda, sin embargo, cuando pasa a ser Lili, su deseo sexual se dirige hacia los hombres. Además, este texto es considerado como importante en la historia de la sexualidad porque separa la orientación sexual de la identidad de género[3].


         Sandy Stone, pese a valorar que se trata de un documento en parte autobiográfico, critica duramente este texto en The Empire Strikes Back[4]. Considera que refuerza los roles de género binarios. Muestra a Einar como un hombre sin ambigüedades, y a Lili como una mujer sin ambigüedades. Einar no es un travesti sino que comienza a travestirse porque Gerda le pide que pose de manera femenina para su pintura. Además, Lili se presenta como una mujer para los hombres: no busca la feminidad en su cuerpo para disfrutarla ella misma, sino que busca que la feminidad sea leída e interpretada como tal a los ojos de los hombres que la rodean. En Man Into Woman, para Stone, Lili aparece descrita sobre todo en relación a su maquillaje y a sus vestidos. Además, se describe cómo Lili abraza la vulnerabilidad que supuestamente viene con la feminidad.




[1]    MtF es la forma abreviada para “Male to Female”, fórmula con la que se designa a las personas que han sido consideradas en su nacimiento como hombres y que pasan por el proceso hormonal y quirúrgico que les permite obtener un cuerpo considerado como femenino.
[2]    Véase: HIRSCHFELD, Sexuelle Zwischenstufen: Sexualpathologie, Bonn, A. Marcus & E. Weber, 1918l.
[3]    ALDRICH, Robert y WOTHERSPOON, Garry, Who's Who in Contemporary Gay and Lesbian History: From World War II to the Present Day, London: Routledge, 2001.
[4] STONE, Allucquére Rosanne, "The Empire Strikes Back: A Posttranssexual Manifesto", en The Transgender Studies Reader, STRYKER y WHITTLE (eds.), New York, Routledge, 2006.

26.9.12

Disforia de género en el DSM-V

En mayo de 2013 está prevista la publicación de la quinta edición del DSM (Manual diagnóstico y estadístico de enfermedades mentales de la Asociación Norte-americana de Psiquiatría). 

Cada edición del DSM tiene un impacto masivo en la práctica psiquiátrica y en la educación médica a nivel mundial. Este libro hace una lista de desórdenes mentales y explica cómo diagnosticarlos, por lo que dicta la práctica diagnóstica en la medicina establecida. La preparación de esta quinta edición del manual ha provocado desde el comienzo protestas internacionales, pues parece que el DSM-V va a bajar el umbral de lo que se conoce como enfermedad mental. Así, aparecerán nuevas enfermedades como el Síndrome de Riesgo Psicótico, el Desorden de Desregulación del Carácter o el Trastorno por Atracón (de comida). El rango de comportamientos humanos medicados y llevados a terapia psiquiátrica se extiende. La cantidad de personas estigmatizadas y patologizadas aumenta. 

El nuevo DSM sigue la lógica de las ediciones precedentes: los desórdenes se definen en términos de comportamiento, por lo que aspectos visibles de nuestras vidas se utilizan para definir categorías clínicas. Una persona nerviosa y tímida no lo es por una condición clínica subyacente sino que sus síntomas se convierten en una patología en sí misma: fobia social. Los nuevos diagnósticos se realizan basándose en síntomas superficiales, no en estructuras complejas que sólo pueden diagnosticarse con un estudio profundo de la persona.

Con cada edición del DSM se han ido patologizando más aspectos de la conducta humana. La primera edición, aparecida en 1952, sólo tenía 129 páginas y pocas categorías básicas de diagnóstico. En la década de los 1980 el manual tenía más de 900 páginas, y las 180 categorías de trastornos mentales que aparecían en 1984 aumentaron hasta más del doble durante la siguiente década.

Además, no podemos obviar las relaciones entre la psiquiatría y la industria farmacológica. En los últimos años se ha promocionado la idea de que para cada síntoma existe una cura. Con cada nueva categoría de enfermedad mental, aparece un nuevo medicamento que cura la timidez, elimina la urgencia de comer compulsivamente, ayuda a calmar los nervios u obliga a una niña demasiado creativa y movida a centrarse en sus estudios.

El diagnóstico de la transexualidad tiene el honor de tener su propia categoría en el DSM-V. A pesar de la campaña mundial que pide el cese de la patologización de la transexualidad, campaña de la que hablaremos más adelante, no sólo no se ha eliminado la transexualidad de la nueva edición sino que ahora tiene una categoría propia: Disforia de Género. En el DSM-IV, la Disforia de Género o Trastornos de la Identidad Sexual estaban dentro de la categoría llamada <<Trastornos sexuales y de la identidad sexual>>, junto a la pedofilia, el masoquismo sexual, el sadismo sexual, la eyaculación precoz o el exhibicionismo. La categoría llamada <<Trastornos sexuales y de la identidad sexual>> desaparece en el DSM-V y muchos de los desórdenes que aparecían juntos en esa categoría han sido redistribuidos entre los capítulos Disfunciones Sexuales y Desórdenes Parafílicos.

El DSM-V define la Disforia de Género como una marcada incongruencia entre el género experimentado/expresado y el género asignado durante al menos seis meses. Para el diagnóstico de Disforia de Género en una persona, el DSM-V considera que deben de existir unos criterios específicos:
1.- Una marcada incongruencia entre el género experimentado/expresado y sus características sexuales primarias y/o secundarias.
2.- Un fuerte deseo de deshacerse de sus características sexuales primarias y/o secundarias a causa de una marcada incongruencia entre el género experimentado/expresado y el género asignado.
3.- Un fuerte deseo de tener las características sexuales primarias y/o secundarias del otro género.
4.- Un fuerte deseo de ser del otro género (o de algún otro género alternativo diferente al asignado).
5.- Un fuerte deseo de ser tratado como el otro género (o como algún otro género alternativo diferente al asignado).
6.- Una fuerte convicción de que se tienen los típicos sentimientos y reacciones del otro género (o de algún otro género alternativo diferente al asignado).

Además, nos hace notar que es una condición asociada con angustia clínicamente significativa o discapacidad social u ocupacional, además de un alto riesgo de sufrimiento, como angustia o incapacidad. El sufrimiento viene causado por la disforia de género, no por un binarismo acusado que no permite ninguna expresión/vivencia/identidad de género que no sea la que se asocia con el sexo asignado por nacimiento (lo cual, ya lo sabemos, también es problemático por el mismo problema: el binarismo sexual cerrado). 

Dentro de los desórdenes parafílicos encontramos el Desorden Travestista, que consiste en tener, durante un periodo superior a seis meses, excitación sexual intensa y recurrente al tener fantasías, deseos o comportamientos travestis.

Como en el caso de la Disforia de Género, nos previene de que las fantasías, los impulsos sexuales o los comportamientos causan angustia marcada o discapacidad social u ocupacional. Son las fantasías las que le causan la angustia a la persona, no el no poder encontrar cauces no patologizantes ni estigmatizantes para dar rienda suelta a sus fantasías y comportamientos. 


22.7.12

Fausto-Sterling sobre la neutralidad de la ciencia

Anne Fausto-Sterling


Anne Fausto-Sterling, en su texto “Life in the XY Corral”, sostiene la tesis de que las ideologías dan forma a la biología evolutiva contemporánea. La dirección de los estudios, el tema a estudiar, el alcance del campo de investigación se ven afectados por diferentes instancias políticas, culturales y sociales. Así, personas que realicen sus investigaciones científicas en otras culturas, bajo otros sistemas de creencias, pueden construir otros sistemas científicos diferentes pero igualmente válidos desde un punto de visto científico.

Fausto-Sterling considera que las creencias científicas son establecidas por las personas que hacen ciencia y por la literatura científica; así pues, al ser contingentes y fruto de acuerdos dentro de la comunidad científica, éstas pueden volver a cambiar. Fausto-Sterling cita al historiador de la ciencia Jan Sapp para explicar el proceso de producción de ciencia: “Los y las científicas se dedican a una lucha por la autoridad científica. Lo que está en juego en esta lucha es el poder para imponer las definiciones de los campos: qué cuestiones son importantes, qué fenómenos interesan, qué técnicas son adecuadas, y qué teorías son aceptables”. Todas estas cuestiones son fruto del quehacer científico, por lo que pueden cambiar con diferentes formas de hacer ciencia. Fausto-Sterling cree que las ideas occidentales sobre raza, género y clase han dejado su impronta en el campo de la biología evolutiva.

Desde los estudios sociales la ciencia se sostiene que la investigación científica forma parte de nuestros sistemas políticos, sociales y culturales. Esta forma de ver la ciencia rechaza la idea de que las personas que hacen ciencia son agentes totalmente independientes y objetivos, capaces de encontrar verdades puras, sin limitaciones. Fausto-Sterling, que se adscribe a esta forma de análisis de las ciencias, matiza que no es que exista una correlación entre las creencias y los prejuicios de los individuos que hacen ciencia y el trabajo que producen, sino que los sistemas científicos reflejan de alguna manera nuestras creencias, así como las luchas políticas que existen alrededor de cuestiones como raza, género o clase. Esto no quiere decir que la presencia de esta huella política, social y cultural convierta a estas teorías científicas en erróneas e incoherentes. Todo lo contrario, la autora considera que gran parte del poder de la biología molecular contemporánea se encuentra en sus capacidades explicativas de procesos que tienen que ver con raza, género y clase.

Así pues, enmarcándose en los estudios sociales de la ciencia, Fausto-Sterling pretende dilucidar en qué sentido y hasta qué punto podemos considerar que el conocimiento científico está enraizado en la vida social. Fausto-Sterling concluirá que la imposibilidad de la ciencia de salir del binarismo mujer-hombre lleva a las personas que hacen a ciencia a ignorar datos que encajarían en sistemas científicos que podrían aceptar la existencia de estadios intermedios de sexo.

Como Donna Haraway (en Crystals, fabrics, and fields: Metaphors of organicismm in 20th century development biology) y Evelyn Fox Keller (en Reflexiones sobre género y ciencia), Fausto-Sterling analiza el uso del lenguaje y la elección de las metáforas que se utilizan para el desarrollo de las teorías científicas. Fausto-Sterling analiza en “Life in the XY Corral” el papel de la elección del lenguaje en la producción de teorías sobre el desarrollo sexual de mujeres y de hombres. Considera que asunciones inconscientes sobre el género, escondidas en el lenguaje que se utiliza para escribir sobre él, han contribuido a crear teorías que ella considera inverosímiles sobre el desarrollo sexual humano.

David Page, jefe del Corral XY en el MIT
Una de estas teorías inverosímiles es el descubrimiento de un gen que determina el sexo en el cromosoma Y. el doctor David Page, que tiene un laboratorio en el MIT que llama el Corral XY, es el investigador qeu afirma haber encontrado este gen. Page cree que hay un gen en el cromosoma Y que causa la masculinidad. Sin embargo, este gen se ha encontrado también en el cromosoma X. ¿Entonces? Page nos explica que en el cromosoma X este gen es pasivo, mientras que en el cromosoma Y es activo. Ah. 


Este artículo explora el trabajo científico sobre la determinación sexual atendiendo a tres instancias: 1.- El uso del lenguaje del hombre. 2.- La representación de lo masculino como presencia y de lo femenino como ausencia. 3.- El tratamiento de la categoría de sexo como un dualismo sin complicaciones.

Con respecto al uso del lenguaje masculino en la literatura científica sobre el desarrollo sexual, Fausto-Sterling apunta a que normalmente el término “hombre” se apropia del universal de “ser humano”, pero que en los escritos científicos el universal “ser humano” se refiere sólo al hombre. Así, cuando los estudios se refieren al desarrollo sexual, muestran sólo el desarrollo sexual masculino. Aunque la fórmula “desarrollo sexual” parezca inclusiva, no lo es, y los mecanismos de la determinación sexual femenina están invisibilizados, silenciados y sin investigar.

Por otra parte, Fausto-Sterling nos hace notar que continuamos en la lógica de la ausencia y de la presencia que operaba en la teoría aristotélica del sexo único. La diferenciación sexual femenina está determinada por la ausencia de algo, una mujer surge cuando falta algo. Esta lógica sigue funcionando en la forma de explicar el desarrollo sexual de los humanos en la ciencia contemporánea. 

Por último, Fausto-Sterling hace hincapié en visibilizar las complicaciones del sexo: ¿cómo se determina el sexo? ¿Es la presencia o ausencia de un gen en el cromosoma Y? ¿Son los genitales externos? ¿Son otras características corporales? Estas preguntas no tienen fácil respuesta pues, incluso biológicamente hablando, el sexo no es una cuestión fácilmente determinable. 

10.7.12

Intersexualidades en la RAE


Inspirada por el libro Cuerpos desordenados, hoy me he entretenido en mirar en el Diccionario de la RAE acepciones de términos relacionados con las intersexualidades.


intersexualidad.

 1. f. Med. Cualidad por la que el individuo muestra, en grados variables, caracteres sexuales de ambos sexos.


seudohermafrodita.

 1. adj. Dicho de una persona: Que tiene la apariencia, más o menos completa, del sexo contrario, conservando la gónada de su sexo verdadero. U. t. c. s.

~ femenino.

1. m. seudohermafrodita que tiene tejido ovárico y apariencia de varón.

~ masculino.

1. m. seudohermafrodita que tiene tejido testicular y apariencia de mujer.



hermafrodita

(Del fr. hermaphrodite)

1. adj. Que tiene los dos sexos.

2. adj. Dicho de una persona: Con tejido testicular y ovárico en sus gónadas, lo cual origina 

anomalías somáticas que le dan la apariencia de reunir ambos sexos. U. t. c. s.

3. adj. Bot. Dicho de un vegetal: Cuyas flores reúnen en sí ambos sexos.

4. adj. Se dice de estas flores.



Algunas observaciones:

Se hacen referencias constantes a los dos sexos, a ambos sexos.  

Se hace referencia al hermafroditismo en plantas y en personas, pero no en animales, cuando se sabe que en el mundo animal la intersexualidad es más que común.

Se dice que la presencia de tejido ovárico y testicular provoca anomalías somáticas que dan la apariencia (¿sólo la apariencia?) de reunir ambos sexos (¿sólo dos?).
Se continua con la división decimonónica que divide el hermafroditismo verdadero del pseudohermafroditismo.

Al hablar del pseudohermafroditismo, se maneja la idea (también decimonónica) de que bajo la apariencia ambigua se esconde el sexo verdadero de la persona, que viene determinado por las gónadas. Así, las gónadas separan entre seudohermafroditas masculinos y femeninos, lo que Fausto-Sterling venía a llamar merms y ferms. Ya he expuesto anteriormente las críticas a este modelo

1.7.12

El último verano de la Boyita

 
El último verano de la boyita (2009) es una película dirigida por Julia Solomonoff que trata el tema de la intersexualidad en la adolescencia temprana. Jorgelina es una niña que va a pasar las vacaciones al campo con su padre. Allí, entabla amistad con Mario, un niño que resultará ser diferente al resto de los chicos.

Había ya leído muy buenas críticas sobre El último verano de la boyita. Alejandro Modarelli habla de ella en el libro Un cuerpo, mil sexos (una de las pocas publicaciones en castellano sobre intersexualidades), en el artículo "El gozo de los raros eventos, la potencia del lenguaje: "diagnóstico" de intersexualidad en la cultura". Modarelli considera que El último verano de la boyita, al contrario que la película XXY (2007) y que el best seller Middlesex de Jeffrey Eugenides (2002), se aleja del discurso biomédico o normativizador, y de las reglas del mercado. Compara, en este sentido, esta película con el diario de Herculine Barbin que sacó a la luz Michel Foucault.

Sin embargo, sí que aparece la sombra y la amenaza del discurso médico sobre Mario. Su familia se despreocupó de su condición intersexual. Al ver que Mario estaba sano, no pensaron que tenían que llevarle al médico. El padre de Jorgelina, que es médico, insiste en que sí que tendrían que haber hecho pruebas a Mario, y se ofrece para iniciar ahora el proceso de tratamiento que Mario necesita. La identidad de Mario se medicaliza en este momento. Ya no es Mario, es un síndrome, un trastorno, un desorden. El doctor pretende llevarle a Buenos Aires, a elegir tratamiento. Al intervenir el médico en la vida de Mario su madre se angustia, su padre le agrede, Mario se escapa.

Sin embargo, a pesar de la despreocupación en torno al tema, hay extrañeza en el tratamiento que recibe. Desde el invierno, momento en el que comenzó a tener la regla, duerme aislado fuera de las dependencias de la casa. Los chicos del pueblo le tratan de forma extraña. 

Esta extrañeza sostenida explota en el momento en el que un médico aparece para decir que Mario tiene un problema. Si bien no se utiliza el discurso médico, con palabras pronunciadas, en la película, podemos ver sus efectos perniciosos sobre las relaciones interpersonales y sobre la identidad de la persona afectada. 

La parte masculina de la familia de Mario reacciona de forma violenta. Mario se escapa, y vuelve justo a tiempo para participar un torneo en el que tiene que probarse como hombre. ¿Por qué tiene que probar, pregunta Jorgelina, por si no le gusta?

Pasa la prueba, gana la carrera ante uno de los chicos que peor le trata, el más viril, el más mayor. ¿Qué pasará después? ¿Será suficiente para "probarse como hombre"? ¿Quiere Mario tener que probarse como hombre?

No sabemos qué pasará con Mario. Jorgelina se va, y es ella la única a la que Mario le ha contado él mismo su secreto. La reacción de Jorgelina tras escuchar lo que Mario le susurra al oído: "A mi abuela le salen bigotes. Igual me gustas así". A Jorgelina le da igual que Mario tenga pechos, que Mario menstrúe, le da igual todo lo que a su padre, el médico, le parecían motivos para iniciar un tratamiento. 

Tengo que volver a ver XXY para comparar la presencia de los discursos medicalizados en ambas películas. Pero ya puedo decir que en esta película me ha causado gran angustia la intervención del médico en la identidad de Mario y, si bien no sabemos los efectos que esta intervención tendrán en Mario, vista la reacción de su entorno familiar, no puedo augurar nada bueno.




 

27.6.12

Fausto-Sterling y los cinco sexos


En la cultura occidental existe la creencia profundamente arraigada de que hay sólo dos sexos. Incluso el lenguaje con el que hablamos no nos permite referirnos a personas que no sean ni mujer ni hombre. Pero esta obsesión sociocultural desafía la naturaleza. La biología nos muestra que hay muchas variaciones ente el sexo femenino y el masculino. Fausto-Sterling considera, en su artículo "The five sexes", que se pueden establecer, al menos, cinco sexos. Ella establece cinco, pero advierte al mismo tiempo de que el sexo es una instancia demasiado amplia, un continuo maleable que desafía la estrechez de incluso cinco categorías. La propia Fausto-Sterling advierte de que ninguna clasificación puede ni siquiera sugerir la variedad existente en la anatomía sexual humana.

Hermafrodita durmiendo, S. II D.C. 

Las cinco categorías de las que nos habla Fausto-Sterling son: mujeres, hombres, herms, merms y ferms. Mujeres y hombres son las dos categorías sexuales reconocidas en nuestras sociedades occidentales. Entre estas dos categorías, existe un continuo sexual en el que se encuentran todas los tipos de intersexualidades existentes. Fausto-Sterling clasifica estas intersexualidades en tres grupos diferenciados. Los herms son las personas que han sido clasificadas como hermafroditas verdaderos: personas que tienen tejido gonádico ovárico y testicular al mismo tiempo. Este tejido gonádico puede darse separada y bilateralmente (un ovario, un testículo), o puede darse al mismo tiempo en el mismo órgano, formando lo que se conoce como ovotestículo.


Merms y ferms corresponden a otros tipos de intersexualidad que no son consideradas como hermafroditismo verdadero: aquello que se ha llamado desde el siglo XIX pseudohermafroditismo. Las personas merm (hermafroditas masculinos) tienen testículos, cromosomas XY, no tienen ovarios, y poseen genitales feminizados, esto es, vagina y clítoris; en la pubertad, normalmente desarrollan pechos y no menstrúan. Las personas ferm (hermafroditas femeninos), por otra parte, tienen ovarios, cromosomas XX, y genitales exteriores masculinizados. Sin intervención médica, las personas ferm pueden desarrollar barba, voz profunda y penes de talla considerada como estándar.


En esta clasificación de Fausto-Sterling subyacen varias ideas: por un lado, mantiene la división ente hermafroditas verdaderos y pseudohermafroditas con un sexo verdadero escondido bajo una apariencia ambigua; por otra parte, centra la feminidad o masculinidad de las personas pseudohermafroditas en el tejido gonadal y en la configuración cromosómica. Para esta autora, son hermafroditas masculinos las personas que, a pesar de tener un aspecto totalmente femenino, poseen testículos y cromosomas XY. Al contrario, son hermafroditas femeninos las personas que tienen cromosomas XX y ovarios, aunque su aspecto exterior, incluso el de sus genitales externos, sea considerado como masculino.


Suzanne Kessler, en una carta que escribió a la revista
The Sciences para comentar el artículo de Fausto-Sterling “The five sexes”, critica la clasificación de las personas en cinco sexos. Considera que la propuesta de Fausto-Sterling continúa dándole una importancia excesiva a los genitales “naturales”, aunque abra esta naturalidad a cinco sexos y salga del binarismo. Kessler cree que ignora el hecho de que las atribuciones de género se hacen en nuestro día a día sin tener acceso a inspecciones genitales.

Del LaGrace Volcano, Jack Unveiled, 1994.

LA UTOPÍA DE FAUSTO-STERLING

En su artículo “The five sexes” Fausto-Sterling nos muestra cuál sería la situación que ella considera ideal para el libre desarrollo de las identidades de sexo, género y sexualidades. Fausto-sterling nos invita a pensar un mundo en el que la comunidad científica ya no utilizara su saber para crear disciplinas que corrigen la intersexualidad, sino para preservar la vida. En la utopía de Fausto-Sterling se daría la oportunidad de que diferentes posibilidades sexuales se desarrollaran sin coacciones. En un mundo así, las oposiciones binarias de sexo y género se disiparían, así como la heterosexualidad obligatoria, cabe añadir.

Para Fausto-Sterling, un primer paso para la consecución a largo plazo de su utopía es que las intersexualidades dejen de ser borradas de la vista de la sociedad e ignoradas por la clase médica. Los tratamientos hormonales y quirúrgicos permiten a las madres, a los padres y a la clase médica el pensar que la intersexualidad se ha eliminado del cuerpo de la persona intervenida. Por ello, las personas intersexuales, infantes o adultas, tienen que ser abiertamente intersexuales, para poder mostrar así a la sociedad que no sólo existen las dos posibilidades vitales impuestas por las normas de género. Ser abiertamente intersexual, por supuesto, no es nada fácil en un sistema binario. Todo, desde nuestro nacimiento, está configurado para estar en una u otra categoría, así que las dificultades que una persona intersexual puede encontrar desde su infancia son numerosas; sin embargo, Fausto-Sterling considera que, a largo plazo, se puede conseguir así una sociedad en la que la sexualidad y el sexo sean algo que se celebre y no algo que se ridiculice o se esconda con temor. Es la sociedad en su conjunto la que tiene que hacer un esfuerzo para abrir las categorías rígidas de sexo, género y sexualidades, y no las personas intersexuales las que tienen que forzar sus cuerpos e identidades a encajar en un esquema binario que no da cabida a sus intereses, deseos, placeres, formas de estar en el mundo.

17.6.12

El esquema de la muerte


Con Judith Butler, considero que en las normas de género están imbricadas cuestiones relativas al considerado sexo natural y a las sexualidades. Todos los cuerpos tienen una anatomía, unas capacidades biológicas, unos rasgos físicos. Estas características se interpretan a partir de un esquema binario que sólo contempla la existencia de dos sexos diferenciados. Con esta interpretación dualista, se le asigna un sexo a ese cuerpo: mujer u hombre. Esta asignación marcará el destino social, identitario, afectivo, psíquico de la persona, pues de acuerdo con su sexo sólo podrá desarrollar un tipo de identidad de género. Ha de existir una coherencia inquebrantable entre el sexo y la identidad de género: si se asigna el sexo «mujer», sólo se podrá ser un ser femenino; si se asigna el sexo «hombre», sólo se podrá tener una identidad de género masculina. Sólo hay dos posibles identidades de género, que han de ser inestables a lo largo de la vida de la persona y que han de ser coherentes con su asignación de sexo. Además, este dualismo de género genera una inevitable jerarquía y los dos géneros están en posición de desigualdad. El sexismo, la preponderancia de uno de los dos sexos por encima del otro, es intrínseco al pensamiento dualista sobre las identidades sexuales y genéricas.

Por otra parte, aparte del sexismo también opera el heterosexismo: la heterosexualidad es la única práctica sexual reconocida socialmente como saludable, natural y deseable. Sexismo y heterosexismo son lo que Fausto-Sterling denomina «proposiciones incorregibles», que no son sino los dogmas que las ciencias proyectan al concebir las categorías con las que operan. Sexismo y heterosexismo son dos proposiciones incorregibles que configuran todo el esquema desde la propia materialidad del cuerpo hasta la configuración de los afectos, comportamientos y habilidades.

15.6.12

La tríada maravilla sobre intersexualidades: Suzanne Kessler

Suzanne Kessler completa, junto a Alice Dreger y Anne Fausto-Sterling, mi tríada maravilla de autoras sobre intersexualidades. Kessler, también feminista, estudia la intersexualidad desde una perspectiva psicológica, y la enmarca en sus análisis sobre la construcción cultural del sexo y del género. 

Ya en 1978 Kessler, junto a Wendy McKenna, afirmaba en su libro Gender: An Ethnomethodological Approach la construcción cultural del sexo. Kessler y McKenna insisten en que el sexo, lo que se ha considerado como biológico, es tan construido como el género. Las partes del cuerpo se ven como dicotómicas y esencialmente masculinas o femeninas, pero esta visión está construida ya socialmente. Las asunciones científicas sobre el sexo están marcadas socio-culturalmente. 

Kessler, además, ha escrito numerosos artículos sobre intersexualidades, así como el libro Lessons from the Intersexed. Ninguno de ellos está traducido. 

Kessler, en su texto “Meanings of gender variability”, indica tres razones por las cuales se realiza la cirugía genital infantil: porque salva vidas, porque mejora la calidad de vida y porque satisface necesidades sociales. Para Kessler, esta última razón aparece demasiado a menudo unida a las otras dos razones. Además, dice, es una hipótesis no probada: no se han realizado estudios que confirmen que los genitales “erróneos” o con “mal aspecto” conlleven consecuencias psicológicas fatales. Hoy en día, no se pueden hacer predicciones sobre el impacto de crecer con genitales ambiguos. Kessler se pregunta: no pudiendo predecir, ni para bien ni para mal, ¿se debe continuar satisfaciendo la necesidad de los progenitores de tener un/a hijo/a presentable? Las niñas y los niños deben llevar el fardo de ser aceptados o no, pero nunca se cuestiona que sean las madres, los padres, la clase médica, la sociedad, quienes acepten los genitales ambiguos. 

Fausto-Sterling, en Cuerpos sexuados, se hace eco de una nueva fórmula ideada por Kessler "para anunciar el nacimiento de un bebé XX afectado de hiperplasia adrenocortical congénita: «Felicidades. Tienen ustedes una hermosa niña. El tamaño de su clítoris y sus labios fusionados nos indican un problema médico subyacente que podría requerir tratamiento. Aunque su clítoris es de talla grande, sin duda es un clítoris... Lo importante no es qué aspecto tiene, sino cómo funciona. Es una niña con suerte, porque sus parejas sexuales lo tendrán fácil para encontrar su clítoris»" (Fausto-Sterling, Cuerpos sexuados, Melusina, p. 118). 

La tríada maravilla sobre intersexualidades: Anne Fausto-Sterling

¿Qué decir de Anne Fausto-Sterling? Es bióloga, feminista e historiadora de la ciencia. Ha escrito numerosos artículos sobre intersexualidad, como "The five sexes", "The five sexes: revisited" o "Life in the XY corral". También tenemos traducido su libro Cuerpos sexuados, que considero fundamental para cualquier aproximación feminista al tema de las intersexualidades. 

Ya en el primer capítulo de Cuerpos sexuados, Fausto-Sterling nos deja muy clara su visión feminista sobre la construcción del sexo: el sexo, que se ha considerado como biológico, es una instancia cultural, tan construida como el género. La visión de los cuerpos como pertenecientes a dos y sólo dos categorías está ya mediada por un contexto social, histórico y cultural. Fausto-Sterling, en este texto, analiza el tratamiento médico de la intersexualidad para mostrar que las consideraciones de las dos categorías de sexo como naturales, y las consideraciones sobre la intersexual vienen dadas culturalmente. 

Fausto-Sterling cree que el sexo es un continuum, como el espectro de los colores: “Simplemente, el sexo de un cuerpo es un asunto demasiado complejo. No hay blanco o negro, sino grados de diferencia” (Cuerpos sexuados, p.17). Fausto-Sterling considera que “etiquetar a alguien como varón o mujer es una decisión social. El conocimiento científico puede asistirnos en esta decisión, pero sólo nuestra concepción del género, y no la ciencia, puede definir nuestro sexo. Es más, nuestra concepción del género afecta al conocimiento sobre el sexo producido por los científicos en primera instancia” (Ibíd).

Fausto-Sterling se opone a la diferenciación dicotómica entre sexo y género, según la cual el sexo hace referencia a la fisiología y la anatomía, y el género a las conductas sociales. Fausto-Sterling, afirmando que “«sexo» no es una categoría puramente física” (Ibíd., p. 19), se une así a la crítica de la naturalidad del sexo que realizan autoras feministas desde diferentes disciplinas, como Monique Wittig, Suzanne Kessler, Donna Haraway, Judith Butler o Alice Dreger. Fausto-Sterling considera que la complejidad de los cuerpos es demasiada como para encajar en sólo dos diferencias sexuales. 

Fausto-Sterling realiza la misma crítica a la arbitrariedad de las categorías sexuales que hacía Monique Wittig en los años 80. Ambas autoras critican que se escojan unos rasgos y no otros para clasificar los cuerpos en dos categorías sexuales. Fausto-Sterling analiza el caso de María Patiño, una vallista española, que falló el test de sexo al que la sometió el COI en las Olimpiadas de Seúl. Para el COI, María Patiño, que nunca había dudado de que era una mujer, no lo era porque tenía testículos no descendidos y un cromosoma Y. Si María Patiño se hubiera sometido al control de sexo que el COI realizaba antes de 1968, que consistía en una observación de la atleta desnuda para comprobar que tenía mamas y vulva, lo hubiese aprobado. ¿Por qué se utilizan unos rasgos y no otros? Se les da significados culturales, que tienen que ver con la visión de género, a rasgos corporales que son, en sí mismos, neutrales.

10.6.12

La tríada maravilla sobre intersexualidades: Alice Dreger

Alice Dreger forma mi tríada maravilla de estudios sobre intersexualidades junto con Suzanne Kessler y Anne Fausto-Sterling. 

Alice Dreger es Doctora en Historia y Filosofía de la Ciencia. Hoy en día es profesora de Humanidades Médicas y Bioética en la Escuela de Medicina Feinberg, en la Universidad de Chicado. Ha sido durante años la codirectora de la ISNA (Intersex Society of North America), organización activista fundada en 1993 por Cheryl Chase, desde la cual han tratado de acabar con las cirugías normalizadoras practicadas sobre personas intersexuales durante la infancia.



Las reflexiones de Alice Dreger sobre intersexualidades y sobre la construcción cultural e histórica del sexo ofrecen interesantes herramientas para criticar la rigidez del binarismo de sexo. Comenta Dreger en “Doctors Containing Hermaphrodites: The Victorian Legacy” sobre su investigación acerca de las intersexualidades:

Cuando empecé esta investigación, asumí que nos contaría cosas buenas para las persona que creemos en las metas del feminismo radical y del movimiento por los derechos queer. Sí que lo hizo. Nos ha mostrado que, como el género, el sexo y la sexualidad son conceptos que son, de formas muy importantes, desarrollados históricamente y específicos de cada cultura. Pero también nos muestra algunas cosas espantosas sobre lo que ocurre con la intersexualidad y con las personas nacidas intersexuales. Esta historia importa más de lo que nunca pensé que lo haría, en cierta manera más de lo que me gustaría que lo hiciera, porque me gustaría que las cosas pintaran bien en comparación con cómo eran antes, pero creo que no es el caso.

Los numerosos textos de Alice Dreger no están aún traducidos. Sin embargo, tenemos fácil acceso a través de la página web de Dreger y de varios blogs que ella escribe. 

Aquí podéis encontrar casi todos los textos que ha publicado: http://alicedreger.com/writing.html

Además, recomiendo la lectura de este blog que Dreger escribe sobre investigaciones en torno al sexo: http://sexresearchhoneypot.blogspot.com.es/